Integridad y competencias comportamentales: ejes del IX Congreso Nacional de Empleo Público realizado por la CNSC

20 Junio 2025
Integridad y competencias comportamentales: ejes del IX Congreso Nacional de Empleo Público realizado por la CNSC
Foto de varias personas en la tarima del lugar donde se realizó el congreso

Este importante evento académico se llevó a cabo en la ciudad de Bucaramanga y contó con una importante asistencia de servidores públicos de diferentes entidades territoriales y nacionales. 

Bucaramanga. Viernes, 20 de junio de 2025. La Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC) llevó a cabo el IX Congreso Nacional de Empleo Público en Bucaramanga, evento académico que abordó temas fundamentales para la carrera administrativa: la integridad en la gestión pública y el desarrollo de competencias comportamentales.

Durante la instalación del evento el alcalde de Bucaramanga, Dr. Jaime Andrés Beltrán, sostuvo que “la integridad es una palabra muy profunda y más cuando se habla de las competencias humanas del servidor público, un tema que requiere un análisis y reflexión aún más profunda, porque siempre hemos creído que para ser servidor público debemos tener varios cartones, que son importantes para la función pública, pero por alguna razón hemos dejado de lado cosas tan esenciales en el ser humano. Parece que en la función pública solo importa la capacidad profesional, no tanto la integridad o las competencias comportamentales. 

El funcionario público es más que una profesión, es una vocación, porque el servir tiene una esencia poderosa de darle al otro, una alta competencia desde la justicia, de la equidad, y esas palabras hacen gala de los servidores públicos”.

Por su parte, el presidente de la CNSC, el comisionado Mauricio Liévano Bernal dijo que en “este espacio de reflexión académica de alto nivel donde convergen voces expertas de la academia, el sector público y privado, nos une un solo objetivo: avanzar en un servicio público más integral, más competente y conectado con las necesidades de la sociedad. Es importante hablar de la coherencia que deben tener nuestras acciones con los principios rectores de la función pública y de la construcción colectiva de lo que es la moral pública”.

La integridad desde diferentes miradas

Se podría definir la integridad como la cualidad de ser honesto y actuar con rectitud, adhiriéndose a principios morales y éticos sólidos. Implica ser consistente entre lo que se piensa, se dice y se hace, incluso en ausencia de supervisión. Para profundizar en este tema, en el IX Congreso Nacional de Empleo Público se abordó desde diferentes miradas.

Durante el debate "La visión de la integridad desde la academia", los panelistas sostuvieron que ser íntegro es proteger el bien común, es un ejercicio de construir una cultura de integridad que lleve a afianzar la ética como una impronta en la institucionalidad. Implica una coherencia entre valores, creencias, principios y acciones; un equilibrio entre lo que se piensa con lo que se hace.
También, a que esa cooperación entre diferentes actores, desde la familia, la academia, la ciudadanía y la institucionalidad; debe ser el cambio que el país necesita.

Mientras que en el conversatorio “Integridad pública: más allá del cumplimiento normativo”, se expusieron ejemplos de las entidades. 

“Desde la Contraloría entramos a evaluar los riesgos de las entidades, un control preventivo. Revisamos los riesgos y emitimos las alertas correspondientes. Es muy importante la detección temprana desde las oficinas de control interno”: Viviana Blanco, Contralora de Bucaramanga

“Desde mi experiencia, todo radica en entender que el recurso público es sagrado. Es importante hablar y promover el valor de la integridad con el equipo de trabajo, no desde un jefe sino desde un líder” afirmó David Fernández, Contralor delegado para el Sector Trabajo de la Contraloría General de la República.

“Capacitamos a los servidores del Ministerio Público y hacemos investigaciones académicas en pro del mejor funcionamiento de las entidades, más allá de lo normativo y lo disciplinario”: Carlos Medina, Asesor del Instituto de Estudios del Ministerio Público de la Procuraduría General de la Nación.

Mientras que, para Pedro Rodríguez, ex Comisionado CNSC y consultor en temas de función pública, la integridad en el entorno laboral fomenta un ambiente profesional y de confianza entre servidores, fortalece la cultura organizacional y el sentido de pertenencia. Una cultura organizacional basada en la integridad promueve la transparencia, fomenta la colaboración, la responsabilidad compartida, mejorando el compromiso. 

La importancia de las competencias comportamentales 

Otro tema de gran relevancia en la carrera administrativa es el desarrollo de competencias comportamentales, el cómo medir esas habilidades esenciales para una administración pública profesional y alineada con las necesidades de la sociedad.

Durante su ponencia “Retos y desafíos en la evaluación de competencias comportamentales e integridad en el empleo público", el comisionado Edwin Arturo Ruíz Moreno, resaltó que la Constitución de 1991 establece los valores, principios y derechos que deben guiar la labor de los servidores públicos, quienes deben asumirlos y promoverlos activamente. Explicó que el desempeño refleja los logros del servidor, el potencial lo que es o posee, y el comportamiento cómo actúa en función de ese potencial. Subrayó la importancia de la validez predictiva como indicador clave para seleccionar talento humano que contribuya eficazmente a los fines del Estado, y advirtió sobre el sesgo de deseabilidad social, una tendencia a responder de forma aceptable más que sincera en evaluaciones de competencias e integridad. Finalmente, recomendó la validación por expertos, diferenciar entre competencias comportamentales e integridad, estandarizar pruebas y abrir el debate sobre el uso de entrevistas en los procesos de selección.

La comisionada de la CNSC, Sixta Zúñiga Lindao, intervino con la ponencia “Integridad que se mide, confianza que se construye: avances de la CNSC en su inclusión dentro de la Evaluación del Desempeño Laboral”, con la que reiteró el compromiso institucional con la ética pública y destacó la importancia estratégica de medir la integridad dentro del modelo meritocrático, señalando que su evaluación transforma la cultura organizacional, fortalece la transparencia, previene riesgos y legitima a las instituciones ante la ciudadanía. Compartió experiencias exitosas en la inclusión de pruebas de integridad en procesos de selección y enfatizó que su medición en la Evaluación del Desempeño Laboral (EDL) es una acción coherente que previene riesgos reputacionales y de corrupción, generando confianza. Subrayó, además, que este proceso no es responsabilidad exclusiva de la CNSC, sino una construcción colectiva que demanda el compromiso de todos los actores del sistema.

Mientras que el comisionado presidente de la CNSC, Mauricio Liévano Bernal, destacó la necesidad de pasar del “saber hacer” al “saber ser”, reconociendo la integridad como eje transversal para el ingreso y permanencia en el servicio público. Señaló que, por mucho tiempo, la evaluación del desempeño se centró únicamente en competencias duras (conocimientos técnicos y habilidades), pero que los avances en el estudio del comportamiento organizacional han demostrado que las competencias blandas son fundamentales para un desempeño efectivo y sostenible. En ese sentido, subrayó que la integridad debe entenderse como una competencia comportamental esencial, visible a través de una actuación ética, transparente y coherente.

El IX Congreso Nacional de Empleo Público contó, además, con la participación del Departamento Administrativo de la Función Pública, la Escuela Superior de Administración Pública, la Universidad Internacional de la Rioja, la Gobernación de Santander, representantes del sector alimentos, salud y bancario, así como de expertos internacionales de Argentina. 

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